domingo, 20 de marzo de 2011

LAS YEGUAS SALVAJES DE DIOMEDES

En Tracia vivía Diomedes, un rey muy malo que tenía cuatro yeguas que adiestró para que fuesen sanguinarias como eĺ. Las llevaba a los combates para que luego se alimentaran de los cadáveres de los guerreros. Se habían acostumbrado a comer carne humsana, así que cuando no había guerras, Diomedes asesinaba a sus huéspedes para alimentar a sus yeguas.

Euristeo le mandó que le trajera las cuatro yeguas. Esta vez Hércules le pidió a un amigo suyo que le acompañara.
Cuando llegaron Diomedes había ordenado que los mataran al amanecer. Pero Hércules que estaba siempre alerta se despertaron antes del amanecer y se escondieron en los establos donde empezaron a soltar a la yeguas, pero con el ruido se despertó Diomedes.

Salieron detrás de Hércules y de su amigo, pero las yeguas eran muy rápidas. Hércules hizo un canal que se inundó con el agua del mar y Diomedes y sus soldades cayeron en él y se ahogaron.

Cuando Hércules volvió a donde estaban las yeguas y su amigo se dio cuenta que las yeguas estaban devorando a sus amigo. Se enfadó tanto que sacó a Diomedes del agua y se lo dio a las yeguas para que se lo comieran.

Cuando llegó a donde estaba Euristeo éste se metió en una tinaja para no morir y allí estuvo seis días.


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